Yolimar Casanova.

La sabiduría del ser mujer
Mas allá de los miedos y batallas liberadas….
el camino no fue fácil……Yolimar Casanova

domingo, 19 de octubre de 2014

LUZ PARDA.



Luz parda en vida
vida y gracias al universo
de un camino bendecido.

Bendecido es el Celestial
cuando cayo una y mil veces
por los pecados del mundo.
Mundo mezquino y egoísta

Cuando solo mira su vida en
hojarasca sin darle gracias a
èl cuando amanece cada día.

Día y noche, es luz y amor
iluminando caminos inciertos,
Día y noche, es luz y amor
iluminando corazones en bondad.

Luz parda en vida
vida y gracias por un mundo
donde las mariposas revolotean
en la mirada mas pura, cuando
camina hacia al mundo callando
sentires de la humanidad.

Humanidad, son todos en un
universo celestial en las puertas
del cielo en plegarias de luz bendita.

Bendita eres tù.
Bendito es el niño y niña.
Bendito es la mujer y el hombre.
Bendito es la anciana y el anciano.
Bendito es los niños de las calles y
los adolescentes por falta de amor.

Bendito es la mujer que camina en
espinas de mil noches caminos.
Bendito es el hombre que camina
dejando su verdadera identidad.
Bendita es la naturaleza

Bendito es el mundo, donde todos
conviven por agradecer un nuevo
amanecer en luz de amor celestial.

Yolimar Casanova.
19 10 2014.
Venezuela.
Seudónimo: Alma de mujer,
Derechos reservados.
Propiedad Intelectual.

viernes, 10 de octubre de 2014

EL NIÑO VIAJERO




El niño viajero
un atardecer con su maleta
emprendió un viaje, porque
la ciudad era bulliciosa
y sofocante el ambiente.
Ambiente con aromas
que percibía del café
de su madre, donde ella,
lo protegía del mundo, sin
dejarlo ser niño travieso.
Travieso era él, con inocencia
tan humana como su alma de
niño angelical, donde quería ser
libre y correr en el parque sin su
madre protectora que murmuraba;
no corras, no brinques, no roces
las hojas del parque por bacterias.
Bacterias, era un mito de su madre
pensaba el niño viajero, donde él
quería ser biólogo experimentando,
como era palpar los arboles en cada
sistema ecológico, como respiraban
y su proceso natural de envejecer.
Envejecer estaba el niño en su hogar,
donde era cautivo sin ser él mismo de
su autonomía y aprendizaje, que orientara
sus vivencias a través del tiempo en la tierra
que él quería para su pequeña vida inocente.
Inocente y precavida era su madre,
que no dejaba al niño ser niño, porque
el quería ser un niño normal, como otros
niños de su barriada, sin el sospechar
que irse de casa seria una aventura
arriesgada de peligros, para su corta edad.
A su corta edad en un viaje de sueños,
el niño aprendió que la vida no es sueños,
es realidades, donde el ser humano, es egoísta
no da un pan y techo a las personas que necesitan
abrigo, porque todos no gozan de tener padres
generosos para abrigar a sus hijos con amor.
Amor era su madre aunque sobre protectora,
pero lo amaba con todo sus fuerzas, cuidándolo
del mundo vil, que en general él no experimentaba
porque ella, también era egoísta con su hijo tan genio.
Genio era él para emprender a conquistar, un mundo
albergado de peligros y consecuencias dejando huellas
indelebles en un niño tan inocente en la vida.
Vida que el niño viajero comprendió, que su hogar
era una fortaleza con amor y debilidades y que para
su corta edad, asumió que a un niño no sé le corta la
imaginación para volar por el mundo, que necesita
experimentar su mundo interno ¡Quien es él!
Para defenderse del mundo cuando su madre
no esté a su lado, porque un niño con valores,
necesita también ser libre sin sobre protegerlos,
hasta el límite de coartarlo para ser niño travieso
en su mundo de sueños infantiles.
(Dedicado a los niños, donde ellos tienen derecho y deberes para soñar)
Yolimar Casanova.
09 10 2014.
Venezuela.
Alma de mujer,
Derechos reservados.